Libando la miel...

Libando la miel...

lunes, 19 de marzo de 2012

"Quien escucha música siente su soledad poblada de repente." Robert Browining

Paso mucho tiempo de mi vida escuchando música. Escucho la mùsica segùn mis emociones...baladas romànticas, mùsica clàsica, mùsica country, mùsica mexicana. Segùn mi estado emocional es la mùsica...Pero siempre es mi fiel compañera.

Todas las mujeres tendrìan que poder estar en casa solas, en especial si comparten el espacio con otras personas. y una una manera muy fàcil es hacernos un interludio privado y  escuchar nuestra  mùsica favorita.
La mùsica es uno de los medios màs sensuales de coquetear con nosotras que tiene la vida...

Mientras escribo mis artìculos o  agendo mis asuntos, un amorosa balada  me recuerda que soy el ùnico amor de alguien...el mensajero puede ser John Denver, Plácido Domingo, Roberto Carlos, Kenny Rogers, los chicos de Ilvolo, Joan Manuel Serrat o el irreverente de Joaquìn Sabina.... Todos me hacen recordar que mi corazòn está sanando y llenándose de amor de nuevo.
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Para sentirnos bien, o  para sentirnos estupendas, la mùsica es una de las mejores cosas con las que podemos consentirnos y mimarnos. Ahora con la tecnologìa, me encanta comprar mùsica y disfrutarla al instante.
 Me gusta saber que en cualquier momento que se me antoje, puedo escuchar mi  melodìa favorita  una y otra vez.
El domingo fui con mis queridas amigas al Teatro Degollado y nos deleitamos el espìritu viendo cómo Alondra de la Parra, cual una alondra,  -valga la redundancia- revolotea y baila en el escenario dirigiendo la Orquesta Filarmònica de Jalisco...!Què delicia ser testigos de la forma en que dirije a la orquesta! la expresiòn de su  mirada, los gestos, el lenguaje corporal de Alondra, delata su gran pasiòn por lo que hace...Me vine con el alma nutrida de escuchar la mùsica de OFJ.

 Les confieso que muchos años de mi vida, dejè la mùsica de lado. De adolescente me pasaba los dìas escuchando mùsica, tocando la guitarra, bailando cualquier melodìa, cualquier ritmo..Sin embargo, no sè la razòn, pero por un tiempo, me olvidè de ella. Yo creo que fue la vorágine de vida en la entramos las mujeres en la etapa de la reproducciòn.
Criando hijos, cuidando el hogar, dedicando la vida entera a la familia. Si recuerdo que cantaba y tocaba la guitarra esporàdicamente con mis hijos por las tardes despuès del ajetrado dìa de ama de casa, madre, esposa y todos los roles que cubrimos las mujeres en esa etapa...
Hasta que la vida me zarandeó  y en esa transiciòn...hice un alto en el camino y dije: ¿Quièn puede acompañar mi soledad en estos momentos?
Y volteè hacia mi guitarra...y estaba alli, empolvada, calladita, arrinconada, esperando que yo algùn dìa, le hiciera caso.
La tomè como si tomara un objeto extraño, !hacìa tanto tiempo que no le hacìa caso!  y comencè a afinarla, a sentirla, a recordarla....y comencè a tocarla. .. Fue como encontrar a una amiga que hacìa muchos años que no veìa...Me diò tanto gusto reencontrar a mi guitarra...
No soy una experta, pero me acompaño  con cìrculos fàciles para cantar canciones sencillas !Què sensación de paz me produjo al comenzar a cantar con los primeros acordes! Ya no me acordaba de la letra de mis canciones favoritas, aquèllas que tanto tarareé mientras mis hijos crecìan... Mocedades, Joan Manuel Serrat, Napoleòn, Tania Libertad, Chabuca Granda, Marìa Dolores Pradera,  Antonio Aguilar (me encantan las canciones de caballos).Josè Feliciano, Peter, Paul and Mary,  y tantos autores que me acompañaron en mi adolescencia, cuando suspiraba por el amor, por la vida y sus cosas lindas...
Despuès de la guitarra, comencè a aprender a tocar el piano, y alli fue cuando me di cuenta que la mùsica curaba las heridas del alma, curaba las emociones negativas y las transforma en positivas...
Fue hasta que la vida me cimbrò, que entendì que la mùsica era una terapia
 La mùsica fue como un remanso en mi alma. Amortiguò el dolor del desamor, de la traiciòn, de tantos cambios que como huracàn sucedìan uno tras otro...la mùsica me ayudaba a encontrar el balance...

La mùsica nos acompaña la soledad y tambièn cuando ya no estamos solos...Nos regocija y nos ayuda a disfrutar màs el amor, la compañìa, la alegrìa de volver a empezar.
La mùsica nos inspira para seguir escribiendo ese segundo capìtulo del libro, Porque les cuento que a veces  creemos que ya vamos casi en el epílogo de nuestra historia de vida, ella  nos da la oportunidad de volver a escribir de nuevo un pròlogo nuevo...y con  una hermosìsima mùsica de fondo...

!Desempolven sus Cds, escuchen sus baladas favoritas , aprendan a tocar un instrumento, canten, silben....pero inviten a la mùsica como compañera y testigo de  sus vidas!




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