"Cuando estamos inspirados...
Las fuerzas, las facultades y los talentos latentes cobran vida,
y tú descubres ser una persona mucho más grande de lo que
nunca habías soñado" Patanjali
Nuestra realidad invisible donde se origina toda la vida fìsica es màs poderosa y significativa que los pequeños paréntesis en la eternidad a los que llamamos "vida" o a eso que hay entre el nacimiento y la muerte.
La dimensión de la realidad invisible nos llama en este mundo material, en el que hay un comienzo y un fin.
Esta esencia espiritual, es nuestra Fuente, la cual es majestuosa y estupenda en comparación con nuestro yo terrenal.
Cuando estamos inspirados, nos conectamos con esta fuerza que es más grande, en todo sentido, que nuestro ser físico.
Antes de adquirir una forma éramos parte de Dios, por eso tenemos las cualidades instrínsecas de un Creador que nos da abundancia, creatividad, amor, paz, alegría y bienestar.
Cuando estoy inspirada, experimento jùbilo y recibo las energías vibratorias de mi Fuente, llámense voces, mensajes, recordatorios silenciosos, sugerencias invisibles, jalones de oreja o lo que sea, las cuales son vibraciones de energía con las que puedo alinearme cuando me aparto del camino.
Wolfang Amadeus Mozart, uno de los genios más grandes de la humanidad dijo: "Cuando estoy completamente solo y con buena disposición, viajando en un carruaje, caminando después de una buena comida o en la noche cuando no puedo dormir, mis ideas fluyen mejor y con más abundancia. De dónde y cómo vienen es algo que no sé y tampoco puedo imponerla".
Cuando aprendemos a eliminar la resistencia al libre flujo de esta energía espiritual nos alineamos a ella en pensamientos y expectativas.
Cuando nos conectamos con el espíritu que somos, éste se expresa a través de nosotros y nos estimula las ideas para que fluyan libremente.
Las ideas fluyen nuestra alma se tranquiliza y la ayuda que necesitamos se manifiesta. Es cuando tenemos una emocionante sensación de inspiración.
Si queremos estar inspirados todos los días, debemos ser capaces de identificar rápidamente cualquier tipo de pensamientos que nos estén alejando de nuestra Fuente y rectificar el rumbo.
Necesitamos sembrar amor donde haya odio, como lo sugiriò San Francisco de Asís.
Si estamos consumidos por pensamientos que consideramos negativos, necesitamos entender que hemos tomado la dirección equivocada.
El amor es la principal fuente de inspiración...
El mal, el odio, el resentimiento, la duda, el miedo e incluso la enfermedad desaparecen gracias al amor y a la bondad cuando estamos en espìritu.
El secreto para estar inspirados es dejarnos fluir por nuestro espìritu interno y por la Fuente que nos alimenta.
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